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Controversia por el uso de las luces como 'liebre' en la búsqueda de récords


Cheptegei, en carrera, con las liebres y las luces led que le marcaban el ritmo AFP


Esta tecnología permite al atleta llevar un ritmo constante en la consecución de las plusmarcas.


Nadie duda de la calidad y espectacularidad de los récords mundiales de 10,000m y 5,000m logrados el pasado miércoles por Joshua Cheptegei y Letesenbet Gidey en Valencia.


No es menos cierto, sin embargo, que ambas carreras respondieron a la perfección a un contexto idílico para la consecución de semejantes plusmarcas históricas en el que todo estaba medido al detalle: los atletas (los mejores y más preparados en la actualidad para tal reto); la sede (Valencia, una ciudad de clima suave a nivel del mar); las liebres tradicionales (seis atletas en el caso del 10,000 que, divididos en dos grupos, ayudaron al ugandés a pulverizar el registro de Bekele); el calzado Dragonfly (el último modelo de Nike para la pista, autorizado por World Athletics, pese a la ventaja que aporta la placa de carbono)... y la liebre lumínica, las luces led situadas en la cuerda de la pista que señalan de forma continua el ritmo del récord del mundo que el atleta aspira a batir.


Esa señal lumínica constante supone un atractivo añadido para el telespectador, que puede seguir con mayor detalle el transcurso de la prueba, pero también es una ayuda para el atleta, porque le permite ir a un ritmo regular que a la postre es clave para un menor desgaste tanto físico como psicológico. "La tecnología ha llegado para quedarse", asegura Juan Carlos Higuero, bronce europeo en 1,500 y 5,000m. "No hay que restar mérito al talento de Cheptegei, pero sin duda esa liebre ayuda al atleta a regular los ritmos, algo que antes se hacía por sensaciones".


Un ejemplo de ello es la enorme exactitud que Cheptegei cronometró en todos sus parciales: 2:37.9-2:37.2-2:37.7-2:37.0-2:37.9(13:07.73)-2:37.3- 2:36.9-2:37.5-2:37.3 y 2:34.3, para pulverizar el registro de Bekele con 26:11.00. "Fue un récord espectacular, me encantó", asegura Jesús España, oro y plata continental en 5,000m. "No le quita valor al récord ese tipo de tecnología. Pueden ayudar a llevar un ritmo constante, pero es una referencia y el atleta tiene que correr igual de rápido si quiere lograrlo".


En la Liga de Diamante


No es la primera vez que esta tecnología, llamada Wavelight technology, se ha utilizado en competición. Ya lo hizo la Liga de Diamante esta temporada en la cita de los Impossible Games, disputados en Oslo a principios de julio.


Es una de las innovaciones desarrolladas para modernizar la competición atlética y hacerla más atractiva a los aficionados, uno de los objetivos de Sebastian Coe desde que alcanzó la presidencia de la Federación Internacional.


"Visualmente, seguro que es más atractivo", admite Higuero. "Pero es cierto que me hace añorar un poco el pasado. La historia del atletismo tal y como la conocíamos va a cambiar. Yo recuerdo que cuando Bekele batió el récord hizo parciales de 2:40 en el kilómetro 8 y 9 y seguramente fue porque no calculó. No produce la misma fatiga correr a 2:37 de forma homogénea que hacerlo en ritmos distintos".


Por eso Higuero cree que el próximo récord que caerá será el de 1,500, los 3:26.00 que estableció El Guerrouj en 1998. "Antes era una marca que veía intocable", admite Higuero. "Pero ahora, visto lo visto, puede caer, aunque obviamente la velocidad es más elevada". El debate está servido, bienvenidos al atletismo del futuro.


Créditos:


Marca.com

Begoña Fleitas

8/10/2020


Nota original: AQUÍ

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